Vale, creo que era al único al que le gustó la idea: PIPAS CON SABOR A QUESO.
Si, soy un pipofilo (se dice asi???) y pipa rara que sale, ea, a probarla, asi que cuando lanzaron las pipas sabor parmesano, pues oye, como si fuera una deconstrucción de pimientos del piquillo por ferran adrià. Toca probarlo.
Y oye, a mi me gustaban. Para que sabieran a queso, lo que hacian en lugar de tirarles sal, era tirarles como un polvo de queso rallado (no malpenseis!), que le daba el toque quesistico que prometia la bolsa.
El sabor estaba conseguido, y yo me habia llegado a plantear echarle estas pipas a unos macarrones boloñesa por encima (bueno, esto no es verdad, pero este blog de verdades no vive).
Problema? que los dedos te quedaban APESTANDO a parmesano. Pero oye, como si hubieras rallado queso como para alimentar al club de fan de justin bieber (lo nombro porque seguro que la búsqueda dedos sucios / Justin Bieber es habitual en google y asi atraigo a mas visitas, bwahaha). En serio, ni os imagináis que olorazo te dejaba! pensad que días después llegaba a casa, me acercaba al teclado y este aun olía a parmesano! Especialmente la P.
Ahora veo que han dejado de existir estas pipas y me siento decepcionado. Como cuando quitaron el Fantasmiko.
Siempre me quedará el consuelo de hacérmelas en casa, rayando parmesano sobre una bolsa de pipas, aunque ya puestos a probar igual lo pruebo con roquefort, brie o el emmental (querido watson).